Y, justo para la cumbre, nos llega la confirmación de que todos los esfuerzos en la lucha contra el cambio climático empiezan a tener resultados: en 2014, las emisiones de CO2 prácticamente se estancaron según un informe del Joint Research Centre de la Comisión Europea.
En la década que va de 1992 a 2002, el aumento medio de emisiones fue de un 4% al año. Durante estos tres últimos años las cifras han mejorado mucho 2012 (0.8%), 2013 (1.5%) y 2014 (0.5%). Si lo que dice el informe "Trends in Global CO2 emissions" es cierto (y dado que el mundo creció a un ritmo del 3% durante 2014), estamos a punto de conseguir un hito histórico y sin precedentes en los últimos 40 años: desvincular la productividad de las emisiones de CO2.
No es un dato aislado: es la confirmación que estábamos esperando. La Asociación Internacional de la Energía (IEA) anunció ya en marzo que los datos preliminares anunciaban las emisiones de CO2 se habían estancado. Y el informe final, publicado en junio, confirmaba el estancamiento.
Aún es pronto para saber si hay tendencia
No obstante, y siendo grandes noticias, es pronto para afirmar que exista una tendencia. Debemos de tener en cuenta que 2014 tuvo el invierno más cálido (en Europa) desde 1880; que la puesta en marcha de hidroeléctricas y nucleares ha reducido la dependencia a los combustibles fósiles en Extremo Oriente; y que pese al crecimiento de renovables como la solar o la eólica (del 0'5% al 4% en 10 años) aún representan eso, un 4%.
Siempre nos quedará París
Y es que la publicación del informe de la Comisión Europea es, a la vez, un motivo de alegría y un motivo de miedo. La experiencia del Protocolo de Kyoto, que fue boicoteado por países tan importantes como EEUU (número uno en emisiones per cápita), hacen temer a los expertos que en la Cumbre de París se intenten frenar las medidas más importantes bajo el pretexto de que la situación haya dejado de ser tan grave.
Al principio del texto de la "Convención Marco sobre el cambio climático" firmado en 1992 se dice que "la naturaleza mundial [del cambio climático] requiere la cooperación más amplia posible de todos los países y su participación en una respuesta internacional efectiva y apropiada". Estas buenas noticias son la señal de que estamos trabajando desde todos los frentes para frenarlo y por eso mismo los expertos coinciden en que no hay que bajar la guardia: París bien vale un protocolo.