Cada feliz dueño de mascota sabe por experiencia propia que si deja a su amado «angelito» solo en casa, puede encontrar al regreso todo «patas arriba». Por otro lado, sabemos muy bien que es imposible pasar mucho tiempo enojados con nuestros mejores amigos. Los regañamos, pero al final terminamos perdonándolos y pasándoles la mano.
Te lo juro, yo estaba aquí, y la bolsa «explotó» por sí sola.
¿A quién le hizo falta el papel higiénico, mientras yo tomaba mi baño?
¿Pasó algo?
Para mí, este papel higiénico vino defectuoso…
¿Si me preguntas? No tengo ni la menor idea…
Fue ese gato tramposo, para echarme la culpa.
Yo también me estoy preguntando ¿quién ha podido hacer algo así?
¿Ves lo que hace dejar la ropa muy comprimida en los cajones?
Piensa lo que quieras de mí. ¿Para qué haría yo algo así?
Apuesto que fue un ratón que se escondió ahí.
Te juro por mi hueso que ¡estoy tan asombrado como tú!
¡Mírame a mí! ¿Crees que alguien tan pequeñito podría haber causado tal desorden?
Creo que deberías conseguirle una niñera a tu hijo. Aprovechó que yo estaba dormido y ¡mira lo que ha hecho!
Se que todo indica hacia mí, pero te juro que no fui yo.
¡Palabra de gato! No le puse ni una garra encima.
Este gato siempre me ha dado mala espina…
¿Y por qué me miras así? Yo estaba aquí tranquilito, ¡y de pronto el papel higiénico se asustó y empezó a despedazarse!
Cuando entré al cuarto, ya todo estaba así.
Juro que no lo haré de nuevo. ¿Me perdonas?
Te lo juro, yo estaba aquí, y la bolsa «explotó» por sí sola.

¿A quién le hizo falta el papel higiénico, mientras yo tomaba mi baño?

¿Pasó algo?

Para mí, este papel higiénico vino defectuoso…

¿Si me preguntas? No tengo ni la menor idea…

Fue ese gato tramposo, para echarme la culpa.

Yo también me estoy preguntando ¿quién ha podido hacer algo así?

¿Ves lo que hace dejar la ropa muy comprimida en los cajones?

Piensa lo que quieras de mí. ¿Para qué haría yo algo así?

Apuesto que fue un ratón que se escondió ahí.

Te juro por mi hueso que ¡estoy tan asombrado como tú!

¡Mírame a mí! ¿Crees que alguien tan pequeñito podría haber causado tal desorden?

Creo que deberías conseguirle una niñera a tu hijo. Aprovechó que yo estaba dormido y ¡mira lo que ha hecho!

Se que todo indica hacia mí, pero te juro que no fui yo.

¡Palabra de gato! No le puse ni una garra encima.

Este gato siempre me ha dado mala espina…

¿Y por qué me miras así? Yo estaba aquí tranquilito, ¡y de pronto el papel higiénico se asustó y empezó a despedazarse!

Cuando entré al cuarto, ya todo estaba así.

Juro que no lo haré de nuevo. ¿Me perdonas?

0 comentarios:
Publicar un comentario